La casa se desarrolla en tres niveles, el de acceso con aparcamiento y recibidor, la planta inferior, con la cocina, comedor y sala y la superior con los dormitorios.

Desde el acceso, el entramado de la escalera exterior se adapta a la roca a medida que sube y sustenta el volumen acristalado de la sala, que flota sobre la estructura hacia el mar.

El marrón intenso del acero CORTEN y el blanco roto del hormigón visto conforman los materiales y colores base en los que se desarrolla la casa.

Las terrazas se desarrollan en tres niveles desde el porche de la cocina hasta el nivel inferior, en hormigón blanco, pasando por la zona de baño con tarima de madera de ipe.

La piscina, alicatada en blanco, confiere al agua un relajante color turquesa y su desbordante perímetro, especialmente diseñado para esta casa hace que la conexión visual con el cielo y el mar desaparezca.

La cocina, el comedor y la sala constituyen un solo espacio que nace de la roca y se abre al exterior, hasta quedar suspendido sobre la zona de acceso. La transparencia y comunicación entre interior y exterior es máxima puesto que las puertas correderas se abren en su totalidad permitiendo la fluidez necesaria para crear la sensación de estar en un espacio completamente abierto.